Hoy leí el siguiente cable de la agencia de noticias Télam:
En el campo de la estadística y mediciones, los estadounidenses suelen ser rigurosos: las cifras indican que el autor más robado en ese país es Charles Bukowski, sin diferenciar libros en verso o prosa, informó hoy el Journal Citation Reports.
En esa lista negra el segundo es “El almuerzo desnudo”, de William Seward Burroughs; y el tercero, “En el camino”, de Jack Kerouac. Ambos autores, canonizados como parte de la generación beat.
En el cuarto lugar aparece la “Trilogía de Nueva York”, de Paul Auster; y en el quinto, cualquiera de los títulos de Martin Amis, el único británico de esa singular quintacolumna.
Acá termina el cable. Los dos últimos autores nunca los leí, pero sorprende la calidad literaria de los ladrones con los tres primeros escritores.
En el caso de Bukowski, la noticia podría salir de alguno de sus relatos, en una nueva actualización de que la realidad copia a la ficción.
Con respecto a Kerouac, me pregunto qué harán los ladrones con ese libro que marcó a una generación. ¿Lo venderán? ¿O acaso caerán en la alucinación frenética de su lectura? ¿Se cuestionarán a esa misma sociedad que Kerouac rechazó de una forma trágica y demencial?
Por lo pronto, la noticia de los ladrones de libros en Estados Unidos tiene algo de esperanzador. ¿Serán ellos -reflejados en esas páginas- los encargados de regalar un poco de aires utópicos y rebeldes en el ojo del huracán de un país devastado y devastador?
No sé por qué te has dilatado tanto para leer a Paul Auster
ResponderEliminarHabía escuchado de "choros" de todo tipo pero ¿De libros? Interesante... Esto me recuerda, en la época de la universidad, cuando aprendí a leer de verdad, por unos libros, de colección, que compró mi casera y que jamás sacó de sus empaques... Del botín de los libros robados saqué joyas literarias de Edgar Allan Poe, Truman Capote, Margaret Mitchell, entre otros.
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